sábado, 5 de septiembre de 2009

Cristofobia

Para dentro de un par de dias nos han anunciado la salida a las ondas de es.radio encabezada por el trio Federico Jimenez, César Vidal y Luis Herrero. Y nos da en la nariz que la COPE ha hecho el negocio del año. Mientras tanto, la emisora anda proclamando a los cuatro vientos que "ahora" se habla con respeto, sin insultos a nadie y sin crispaciones. Con ello se hace referencia exclusiva al hablar despendolado del turolense Federico, porque nadie recuerda a César Vidal o a Herrero insultando a nadie. Incluso habría mucho que medir en el desparpajo con que el aragonés se refería a quienes intentaba zaherir con sus comentarios.

Pero es evidente que la COPE está perdiendo adeptos y que el aumento de oyentes que tuvo bajo la época de Federico se ha de notar ahora. Curiosamente esto se produce cuando la cristofobia nacional y mundial se manifiesta cada vez con más descaro.

Cierto que Federico es ateo y que César Vidal es evangelista, pero nadie ha podido decir que éstos dijeran una sola palabra que no fuera en defensa de la Iglesia, sino al contrario. A partir de ahora los temas se tratarán "con muchísimo respeto", precisamente en los momentos en que también "con muchísimo respeto" a la Iglesia se la quiere ahorcar. Que ésto es lo que se pretende en España con la Educación por la Progresía, con la eliminación de los crucifijos en las escuelas, con la proyectada supresión del clero castrense en la milicia, con la legislación pro-abortiva, y con lo que a diario estamos oyendo y leyendo.


Un ejemplo de lo que está ocurriendo a escala internacional lo señala el semanario The Economist, que es como un portavoz del Nuevo Orden Mundial cuando pretende que la Santa Sede renuncie a su especial estado diplomático y se defina como la mayor ONG del mundo. A elo ha respondido el jefe de la diplomacia papal con estas palabras:

Ciertamente, no es una invitación que se pueda aceptar. Ello nace quizá de una comprensión no exacta de la posición de la Santa Sede en la comunidad internacional: posición que se remonta a los exordios de la comunidad internacional misma y que se ha venido consolidando sobre todo desde finales del Siglo XIX. De hecho, con la desaparición de los Estados Pontificios, se ha hecho siempre más claro que la personalidad jurídica internacional de la Santa Sede es independiente del criterio de la soberasnía territorial. Tal situación es aceptada pacíficamente por la comunidad internacional tanto a nivel bilateral- son casi 180 los Estados que mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede- como a nivel multilateral, como testimonia en particular la resolución de la asamblea general de la ONU 58/314 del 2004, que ha aumentado las prerrogativas y las posibilidades de intervención de la Santa Sede como observador permanente de la Organización."

En la ONU la Santa Sede tiene voz, pero no tiene voto. Pero ahí lo que no quieren oir es la voz. Lo del voto, por supuesto, no importa porque ya hay suficientes votos para evitar que se apruebe cualquier propuesta que hiciera. Es esa voz lo que se quiere apagar. La voz de una conciencia respaldada por dos mil años de Historia, y que fué, precisamente, la voz que estableció las bases de la cultura occidental. Esa cultura que ahora se intenta destruir.

Dios nos ampare.

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