domingo, 25 de octubre de 2009

Amicus Plato

Muchos de nuestros lectores habrán conocido esta sentencia latina: "Amicus Plato sed plus magis amica est veritas", que puede traducirse por "Soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad." Y es este amor a la verdad lo que me empuja a investigar sobre la memoria histórica en temas que son, precisamente, mi propia memoria, y escribir estos comentarios.

Vaya por delante que no soy partidario de dar lanzadas al moro muerto, pero estoy tan harto de leer mentiras e insensateces, muchas de ellas divulgadas por "ilustres" historiadores que enseñan a nuestros estudiantes de Historia lo que se les antoja, que no me queda más remedio que saltar sobre la figura de Luis Companys de Jover.

Estas últimas semanas se han producido dos hechos que me han hecho pensar en escribir estas notas. El primero es la celebración del 11 de septiembre, en el que ha intervenido ¿cómo nó? el Presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta, encabezando una manifestación con líderes de ERC


Este año ya se ha pensado en eliminar esta ceremonia al pié del monumento de Rafael de Casanova porque ha servido para que muchos aprovecharan tan fausto acontecimiento para insultar al tripartito. O sea, que ya no se trata de escupir al PP, porque esta vez los salivazos también les han salpicado a ellos. Y, por otra parte, ya empieza a divulgarse lo que desde hace ya muchos años sabíamos, y es que Rafael de Casanova no luchaba por la independencia de Cataluña, sino por un Rey Habsburgo, que evitase la instalación de los Borbones en España. Y es que no hacía muchos años Pablo Claris y Tamarit hicieron a Luis XIII de Francia Conde de Barcelona. Y como aquello terminó como el rosario de la aurora, volvieron para pedir al Rey de España que los recibiera nuevamente como fieles súbditos.

El otro espectáculo que se nos ha ofrecido a los barceloneses es la "procesión" con antorchas en el castillo de Montjuich conmemorando el fusilamiento de Luis Companys de Jover que tuvo lugar el 15 de octubre de 1940. En cuyo acto tuvo que pronunciar unas palabras ¿cómo no? el actual Presidente del F.C. Barcelona Joan Laporta Estruch.

a quien podemos ver en el momento de pronunciar su discurso. Un paso atrás y a su izquietrda se puede reconocer al actual "capo"de ERC, que ha desbancado a Carod Rovira.

Simultáneamente ha aparecido un artículo escrito por D. Francisco Alamán en el que dedica a D. Luis Companys de Jover unas cuantas anécdotas de su vida. Leido el artículo, no nos queda más remedio que estar totalmente de acuerdo con todo lo que dice poniendo al interfecto en el sitio que le corresponde. El artículo tiene algunos errores, que son más bien erratas que carecen de importancia desde un punto de vista general. Por ejemplo, Ramón Colubí, defensor de Companys no era aviador sino artillero; su hermano José, también Teniente de Artillería murió en los combates del 19 de julio en las proximidades de Atarazanas. Y el foso de Montjuich no era el de Santa Eulalia, sino el de Santa Elena. O sea, minucias. Pero sobre todo, nos ha gustado mucho el final del escrito en el que pone una frase que bien podría ser el mejor epitafio sobre su tumba:"Murió como no había vivido"

Porque en honor del difunto tenemos que reconocer que murió arrepentido de su vida anterior, que oyó misa y comulgó antes de ser fusilado. Murió serenamente dando frente al pelotón y exclamando:"¡Per Catalunya!".

Esta es la verdad que reconocemos sin ira. Y nada de esas monsergas de que se había quitado los zapatos para morir pisando tierra catalana ( que eso se ha escrito sin la menor vergüenza)ya que llevaba puestos unos zapatos blancos más propios de un verano que de aquel mes de octubre. Además, antes de ser fusilado, escribió una carta de despedida al militar que era alcaide del castillo agradeciéndole el buen trato recibido. O sea, que murió como un caballero. Como nunca había vivido.

Y como ya hemos hablado de su muerte, no está de más que hablemos ahora de su vida.

Luis Companys nació en El Tarrós, un pueblecito de la provincia de Lérida, en el seno de una familia de terratenientes adinerados que tenía cuatro hijos y tres hijas. Sus padre fueron D. Josep Companys y Dª Maria Luisa de Jover. Y el apellido de su madre era de Jover, porque era la "pubilla", o heredera única, de una baronía de aquellas que se habían creado en Cataluña en la Alta Edad Media; la baronía de Jover. Por eso se ha escrito que Companys era un desclasado porque se dedicó a defender los intereses, no de los terratenientes a los que pertenecía su familia, sino de los "rabassaires".

Durante su niñez tuvo un compañero de juegos que se llamaba Salvador Seguí, hijo de uno de los hombres que trabajaban las tierras de la familia Companys. Esta amistad perduró a lo largo de los años hasta haber pasado juntos una temporada en el castillo de La Mola de Mahón.

Salvador Seguí, tambien conocido como "el Noi del sucre" era un sindicalista de la CNT educado en términos anarquistas de la escuela de Ferrer y Guardia. Curiosa pareja formada por un "aristócrata" terrateniente con un obrero sindicalista

En esta foto por satélite que hemos sacado de Google pueden verse dos pueblos de la provincia de Lérida. El mayor, a la derecha, es Tornabous, donde nació Salvador Seguí, y el de la izquierda, más pequeñito, es El Tarrós donde nació Companys.

Para estudiar el Bachillerato y la carrera de Derecho, Companys se trasladó a Barcelona y allí tuvo como profesor a Francisco Layret, que siguió su carrera y se lo llevó de pasante a su gabinete de abogado, desde el que se dedicaba a defender a los anarquistas.

Y como esto está alargándose, cerramos el rollo y lo continuaremos, si Dios quiere, en el número próximo. Pero primero les explicaremos que eso de llamar a Salvador Seguí con el apodo de "El Noi del sucre" (el niño del azúcar) se debe a su costumbre de comerse el terrón de azúcar que le servían con el café. Y por esta cosa tan tonta ha pasado su nombre a los libros de Historia.

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