Lo que provoca el escándalo no es la corrupción de los socialistas, porque eso ya se sobreentiende y se acepta como algo natural. Y posiblemente esta es la razón por la que la Fiscalía no se preocupa mucho de las guarradas de los poncios sociatas. Uno recuerda aquellos gritos en Sevilla, en el Prado de San Sebastian, cuando los asistentes venidos de todo Andalucía gritaban "Arfonzo, róbalos", que es el grito de guerra del lumpenproletariado. Lo que escandaliza es que la derecha (mejor digamos el centro derecha) está cubierta de caca hasta las cejas. Y debió aprenderlo de aquellos casos como el de Filesa, que saltó a la prensa por la denuncia de un marxista chileno que se llamaba Schouwen, hermano de Pascual Schouwen que estaba preso en el Chile de Pinochet, y que vino a España para refugiarse entre los suyos, que le dieron cobijo rápidamente. Luego ya no sabemos lo que ocurrió para que saltara a la prensa aquella denuncia.
Cuando de cohechos se trata lo menos que se podrá esperar es que la Justicia tenga en cuenta aquella "Ley de Allah" que dice que lo mismo es el que toma que el que da. Lo que es una grosería, pero que ahora viene al pelo.
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