sábado, 7 de abril de 2012

La Cruz y la república

Yo no lo quito



1.- El Cristo de la Legión.

Fué en el año 1928 cuando la Legión, o "Tercio de Extranjeros", se puso bajo la advocación del Cristo de la Buena Muerte, que en Málaga había esculpido el granadino Mena, a quien debemos una buena parte de nuestra imaginería religiosa. Y estos dias no ha podido faltar en esta Semana Santa el desfile de la Legión llevando en brazos a "su Cristo". Y parece que la cosa debe ir a más, porque este año la Legión ha desfilado en más de una procesión española. Algo que la anterior Ministra del desgobierno socialista había querido hacer desaparecer.




Pero lo que mucha gente no sabe es que el Cristo que desfila estos dias en brazos de la Legión no es el Cristo de Mena, porque esta imagen "desapareció" el 11 de mayo de 1931 en un incendio colectivo de iglesias que tuvo lugar en España a los pocos dias de haberse proclamado la Segunda República española.

La proclamación de la República fué muy bien acogida en la  Alemania socialista de 1931, que enviaba este saludo a la recién llegada española con estas palabras: "Wir grüssen die spanische Revolution"



lo que en español significa. "Saludamos a la revolución española". O sea, que desde Alemania se veía el comienzo de una revolución española. Y para empezar nada mejor que quemar iglesias, que es como comienzan todas las revoluciones en España.Mucho se ha hablado de las iglesias quemadas en Madrid aquel 11 de mayo. Al fin y al cabo, era la capital de España, pero resulta que fuera de Madrid también se quemaron iglesias en las capitales de Valencia, Murcia, Sevilla, Málaga, Cádiz y algún lugar más. Naturalmente, lo que ocurrió en Madrid tuvo más importancia porque era la capital de España y el gobierno no quiso intervenir para impedir los desmanes. Fué entonces cuando Azaña dijo aquello de que la uña de un republicano valía más que todas las iglesias juntas. Pero finalmente no hubo más remedio que intervenir.

Y el que intervino fué el recién nombrado Capitán General de Madrid (o su cargo equivalente), que era un señor republicano que se había sublevado contra la monarquía , y que acababa de regresar de Portugal donde se había exiliado para evitar su detención. Aquel general se llamaba Gonzalo Queipo de Llano que cinco años más tarde iba a sublevar Sevilla contra la República. Y para que no quedaran dudas de su actuación, él mismo leyó el Bando de proclamación del estado de guerra delante de la Capitanía Ge neral de Madrid.
Con la habitual hipocresía de la izquierda española, siempre zarrapastrtosa, se echó la culpa de lo sucedido en Madrid a los monárquicos que en el local de ABC habian puesto en un gramófono la Marcha Real. Y esto indignó tanto a los "buenos republicanos", que asaltaron el local y empezaron a quemar iglesias. Así es como justificaron los incendios.

Y como en Valencia, Sevilla, Murcia, Málaga, Cádiz, etcétera, no habia locales monárquicos, ni discos ni altavoces, lo que en aquellos lugares había ocurrido no se podía justificar y, sencillamente, se ocultó como si no hubiera ocurrido nada. Pero esta oleada de incendios en el mismo día, y en lugares tan distintos y distantes, lo menos que hacía suponer es que se estaba cumpliendo una consigna revolucionaria recibida de nadie sabe donde.



Este fué el primer Gobierno Provisional de la República, En él había dos católicos, que eran Alcalá Zamora y Miguel Maura, El resto eran ateos o masones. Estos últimos eran Lerroux, Marcelino Domingo, Alvaro de Albornoz, Frnando de los Rios, Casares Quiroga. El mismo Azaña, que no había sido masón, ingresó en la secta ya en plena República. Y se dió el caso de que en uno de los gobiernos de la República, de diez y seis ministros, once eran masones. Encima, Luis Companys, el catalán, también era masón.

Por eso, la República fué, fundamentalmente, masónica. Y así se explica que los anarquistas, socialistas y comunistas durante aquellos cinco años, de 1931 a 1936, estuvieron constantemente intentando derrocarla y lo consiguieron en febrero de 1936 para hacer "su" revolución. En 1934 fracasaron  gracias al Ejército que acudió a defenderla, al mando de Francisco Franco. A partir de esta fecha la república ya estaba muerta y no había nada más que marxismo stalinista. Cuando en las calles en vez de gritarse ¡Viva España! se gritaba ¡Viva Rusia!

Masones extranjeros.

P.S. Como se ve, hablamos de la Segunda República. Durante la Primera, los cuatro Presidentes, Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar eran todos masones.
Agárrenme esa mosca por el rabo.



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