martes, 25 de octubre de 2011

De corrupciones

Yo no lo quito


"Vuesas mercedes se queden con Dios, y digan al duque mi señor, que desnudo nací, desnudo me hallo, ni pierdo ni gano; quiero decir que sin blanca entré en este gobierno y sin ella salgo, bien al revés de como suelen salir los gobernadores de otras ínsulas"-

(Del fatigado fin y remate que tuvo el gobierno de Sancho Panza. Cap. LIII)



Con estas palabras se despedía del gobierno de la ínsula Barataria (esa ínsula desconocida por la señora Sinde, (esa que tenemos de Ministra de Cultura y que no debe andar demasiado bien de geografía).

Mas de esta reflexión se puede también deducir que no siempre los gobernantes han sido honrados, pues también podían no serlo en tiempos de Don Quijote; y es que como decía Giovanni Papini, el comunista converso, las monedas son los excrementos del diablo.


Estos años de gobierno sociata van a dar mucho a conocer esta debilidad de nuestros políticos y a que algún imitador de Ricardo de la Cierva escriba una segunda parte de su Historia de la Corrupción. Y es que, como hacía decir a Don Quixot el bueno de Miquel Servent- escritor catalán según algunos intelectuales de esta tierra- muchos hay que "cohechan, importunan. solicitan, madrugan, ruegan, porfían y no alcanzan lo que pretenden, y llega otro, y sin saber cómo ni cómo no, se halla con el cargo y oficio  que otros muchos pretendieron. Y aquí entra y encaja bien el decir que hay buena y mala fortuna en las pretensiones". Y más adelante añade:

"Todo esto digo, oh Sancho, para que no atribuyas a tus merecimientos la merced recibida sino que des las gracias al cielo que dispone suavemente las cosas, y después las darás a la grandeza que en sí encierra la profesión de la caballería andante".

Pero ocurre que muchos de nuestros políticos, especialmente los que en estos momentos nos están gobernando, no deben haber leido los consejos  que aquel gran escritor Servent, ponía en boca de Don Quixot. Y es una vergüenza que no hayan querido leer esta obra traducida a la mayoría de las lenguas de este mundo, incluida la lengua castellana.

Por ejemplo, si nuestro Presidente por accidente hubiera leido este párrafo:

"También, Sancho,  no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles, que si bien los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos que más parecen disparates que sentencias",

no habría cometido la estupidez de declarar ante media Europa, que la tierra no pertenece a nadie, porque pertenece al viento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario