¿Freno y marcha atrás?

Yo no lo quito

Ocurre que, lo mismo CDC y UCD, se encuentran ante el dilema de si una baja participación en el hipotético refrendo secesionista llegaría a desligitimar sus resultados. Duda angustiosa que surge en el momento en que, tanto el PP, como el PPS, como Ciudadanos, renuncian a colaborar en esa consulta "no oficial ", o "ilegal". En principio se había establecido en un 50% la mínima participación en el refrendo para que éste pudiera ser reconocido internacionalmente y legitimado en el interior.

Sin embargo, hace un par de meses, la vicepresidenta de la Generalidad Joana Ortega señaló que sería deseable la participación de un 67,76 % del censo, que fué la participación en las últimas elecciones autonómicas, y si este porcentaje no se pudiera lograr, se podrian volver a replantear dentro de un par de años, y no pasaría nada, siempre que la participación fuera suficientemente alta.

Obsérvese que se está hablando no de votos favorables, sino de participación de votantes. Y aunque la celebración de la consulta independentista depende del Congreso, y los partidos mayoritarios no están a favor de esta celebración, parece que la única forma de hacerlo es al margen de la ley, o dejar que lo organicen entidades nacionalistas; que es lo que se hizo con quinientos municipios catalanes entre septiembre de 1909 y abril de 2011, sin ningún valor jurídico ni garantias procesales. Y en aquel tiempo, a pesar del ilimitado apoyo institucional y mediático, la participación final acumulada no pasó del 18%.

De momento, PC y Ciudadanos ya han dicho que ellos no van a participar en un proceso de este tipo, y el PDC también ha asegurado que sólo apoyará una consulta "legal y acordada" con el Gobierno español. Y si nos atenemos a los resultados de las últimas elecciones autonómicas, los partidos independentistas sumaron solamente el 39,67 % del censo electoral, con una abstención del 32,24% y un 23,49% de votos de PP y Ciudadanos. Y esto ha ocurrido en unas elecciones que son las que han tenido la mayor participacion de la ciudadanía catalana

. Datos que permiten suponer que será muy difícil llegar a obtener una participación del 40%, con lo que el proceso quedaría automáticamente deslegitimado. Por ejemplo, la Union Europea ya  exigió una participación del 50% en las elecciones por la independencia de Montenegro.

Lo que se deduce de estas consideraciones es que es más importante no presentarese a votar que hacerlo con el "no" o la papeleta en blanco; y previendo la baja participación que se produciría en un referendo ilegal, CiU podría no llegar a convocar la consulta que acabaría considerándose ilegal por la baja implicación de la sociedad. 

De este modo podrían salir del callejón independentista en que se han metido.

 En fin, el tiempo dirá.