Yo no lo quito
Cuando éramos todavía menores de edad, una de las cosas que más gracia nos hacían era la definición de las cinco fases de la borrachera, que eran las siguientes:
1.- Ligero copeo
2.- Fuerte copeo
3.- Cantos regionales
4.- Insulto al clero
5.- Devolución de la papilla
Y esto nos viene a cuento porque lo que en estos momentos está ocurriendo en España es la última fase a que se refería aquella clasificación, y que conocíamos tan bien como la escala de durezas de Mohs, aquella que empezaba con talco, yeso, calcita, fluorita, apatito, etc. Cosas del bachillerato.
Pero tenemos que hacer constar que esta etapa estaba siendo anunciada desde hace ya muchos años por periodistas españoles que no tuvieron el menor empacho en poner a la venta libros en lo que se denunciaban los abusos que se estaban cometiendo en España desde la muerte de Franco, y la aprobación de la Constitución de 1978, que nos habíamos dado todos los españoles. Menos algunos, claro está.
Para citar un ejemplo, vamos a referirnos al publicado en el año 1996 (hace la la friolera de 18 años) y que llevaba un título de esos que no pueden engañar a nadie sobre su contenido porque era "El saqueo de España" y estaba escrito por los periodistas José Diaz Herrera e Isabel Durán.
En el prólogo de aquel libro se especifica que el verdadero saqueo de España comienza en el año 1982 cuando el PSOE gana las elecciones generales y un grupo de personas "decide dominar las arcas del Estado, colocar bajo su control los negocios públicos, adueñarse de la banca y poner a su servicio las grandes empresas y el conjunto del sistema financiero del pais".
El libro, por supuesto, tiene un marcado mariz antisocialista, y lo tiene justificadamente, pero rambién apunta a Convergencia y Unio en un par de capítulos titulados "Els fills del President" y "La onorevole famiglia", en donde se trata de todos esos asuntos que ya huelen a puchero de enfermo.
También en el año 1999 apareció la primera edición del libro escrito por Jesús Cacho que tiene por título "El negocio de la libertad" donde se deja a nuestra clase política a los piés de los caballos.
El libro, como puede uno imaginarse al contemplar las ilustraciones de la portada, centra sus críticas sobre tres personajes que son, un aventurero como Jesús Polanco, capaz de sacar tajada lo mismo del régimen de Franco que del actual, y que la Historia habrá de calificarr como un verdadero poder fáctico del siglo XX; el otro es Felipe Gonález, el que había de ser vicepresidente en la lista del general Armada, y a quien a estas alturas todavía hay quien califica como un gran político y, por último, al tercer personaje que aparece como difuminado, que es el rey Juan Carlos I, a quien Victoria Prego ha calificado hace unos días como el mejor rey que ha tenido España en toda su Historia (¡toma castaña!) y a quien se están apresurando a aforar para que pueda terminar sus días tranquilo, tras merecerlo por haberse dedicado durante cuarenta años al servicio de España.
Ahora los políticos del sistema están preocupados porque la gente les ha tomado la medida, y se arriman a otro agitador, que es Pablo Iglesias, a quien consideran como el futuro salvador de la Patria porque satisface los sentimientos anarcoides de la mayoría de los españoles que se sienten y se sentirán siempre injustamente tratados porque ellos entenderán mejor a un príncipe Piotr Alexéievich Kropotkin que a un Ortega y Gasset.
Pidamos al Altísimo que pase pronto la borrachera.
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