miércoles, 16 de diciembre de 2009

Que San Aitor les perdone

Una de las características del pueblo vasco es que no tiene Historia. Y cuando no se tiene Historia se la inventa. La razón por la que no tienen Historia es que su cultura ha sido ágrafa durante muchos siglos. Es decir, que no conocian la escritura. Y esto es tan cierto que un vascófilo como Calle Iturriño llega a decir:
"...por la historia, lo que se llegó a saber de cierto fué que los vascos apenas tuvieron historia hasta los siglos X y XI."
No existe en el mundo un solo historiador que sea capaz de explicarnos qué eran, cómo vivían, y qué hacían los vascos antes de esta época. Y es que, salvo en algunas zonas del sur y suroeste, los vascos no fueron romanizados porque los romanos encontraron un terreno momtañoso, unos habitantes muy díscolos y un territorio en el que no pensaban encontrar nada que les interesase.
Los visigodos, a diferencia de los romanos, intentaron dominar a los vascos sin conseguirlo; y cuando se produce la invasión de los musulmanes en el año 711, Don Rodrigo tiene que trasladarse con sus tropas hasta el Sur de la península, abandonando su intento de dominar, definitivamente a los vascos.
El nacionalismo vasco utiliza muchos mitos antihistóricos que ninguna persona medianamente culta acepta; y es curioso que hayan sido clérigos quienes más han insistido en su difusión. Este es uno de esos misterios que no acabamos de comprender.






Porque el abate Diharce de Bidassouet (vascofrancés), aunque no llegó a hacer vasco al Creador, por lo menos lo hace vascófono. El jesuita Manuel de Larramendi descubre a los vascos entre los sujetos inmediatos al castigo babélico. El abate Dominique Lahetzujan hace del vasco la lengua del Génesis y de Adán, el ascendiente directo de la raza vasca. Otro sacerdote llamado Erroa también hace del vasco la lengua del Paraiso Terrenal, pero lo más sorprendente de este caso es que esta tesis la respaldó en su día el Capítulo de la Catedral de Pamplona.


Casi todas estas teorias surgen a partir del Siglo XVIII, pero tampoco hace falta ir tan lejos porque en el año 1910 otro sacerdote, D. José García Otegui y Aramburu vuelve a la carga en Zaragoza y escribe un libro titulado:



"En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Gloriosísimo descubrimiento, Reconocimiento y Demostración de la Lengua Paradisíaca en el Vascuence. Obra dedicada por su inventor y autor el presbítero D. José García Otegui y Aramburu a su Augusta discípula de la misma lengua Doña María Cristina de Apsburgo, Reina Madre y ex Regente de España."



Así no es de extrañar que al recién nombrado Obispo de San Sebastián, D. José Ignacio Munilla que, a pesar de ser guipuzcoano y vascoparlante, se le hayan puesto de manos el 77% de los párrocos de Guipúzcoa, disconformes con su nombramiento por considerar que "no es en modo alguno la persona idónea para desempeñar el cargo asignado". O sea, que se niegan a ser una iglesia católica, apostólica y romana donde se acatan las decisiones del Sumo Pontífice. Dicho en otros términos, que se niegan a "romanizarse".



Mientras esto ocurre, la edad media de los sacerdotes guipuzcoanos es de 73 años y el seminario en estos momentos, alberga 5 seminaristas.



Pero es que Munilla , siendo párroco de Zumárraga, fué el único cura guipuzcoano comprometido con el dolor de las víctimas del terrorismo vasco.




1 comentario:

  1. El Obispo MUNILLA dijo VERDAD

    Visto como las gentes se rasgan las vestiduras para condenar al obispo Munilla por lo dicho en la entrevista del día 14-01-10 en la SER, algo gordo y verdadero ha debido decir.
    ¿A ustedes les extraña los males de nuestra sociedad?: violaciones, mujeres asesinadas, padres maltratados por sus hijos, profesores amenazados y despreciados por sus alumnos, robos con violencia, divorcios, abortos, terrorismo, políticos corruptos, jueces prevaricadores, y pueden seguir… y en las escuelas pretenden quitar los mandatos evangélicos, con la aberración de sustituirlos por… ¡leyes humanas!-
    Es monstruoso pensar que Munilla pretende comparar la catástrofe de Haití con la delicada situación española ¡despreciando a todos esos inocentes!- ¿No habrá querido advertirnos de que nuestra sociedad, actúa con conductas más perniciosas que las catástrofes de este mundo?-
    Un teólogo le dice: Para una persona que cree en Dios, lo más sagrado es la vida humana.-
    ¿No será… LA VIDA ETERNA?... ¿y por ende la vida humana, que es sagrada para los que creen y para los que no creen en Dios?-
    El obispo de San Sebastián dijo la verdad.-

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