Huelgas estudiantiles

Yo no lo quito

1.-¿Politización?

¿Quien dice que estas manifestaciones están politizadas? No hay más que ver las imágenes que aparecen en los medios informativos para darse cuenta de que no hay politización de ninguna clase. Vean, si no, estas banderas que portan quienes se oponen a una "educación  franquista".

Banderas rojas de Comisiones Obreras que representan a los obreros de la Universidad (o sea, los obreros de la docencia). Banderas rojas con la hoz y el martillo para que los estudiantes conozcan el empleo de estas herramientas de producción y banderas republicanas con esa la estrella de cinco puntas que llevaban los que perdieron la guerra y ahora se mueven para ganar la paz. Estrella roja (Krasnaia Zvezdá) de tanta raigambe española, que no sólo aparece en la bandera republicana, sino también en la catalana. Lo que debe entusiasmar a los votantes de Esquerra Republicana o del CiU de Arturo Más o de los Pujol.

Los estudiantes españoles no tienen por qué admitir una educación franquista, en la que no sólo el botellón estaba prohibido, sino que incluso estaba prohibido decir que el Duero o el Tajo no podian pasar por Madrid, y eso era totalmente antidemocrático, porque en un pais libre los rios pasan por donde quieren, y no por donde diga la Ley. Hasta ahí podríamos llegar.

Esto es lo que hace que nuestros jóvenes demócratas añoren tiempos mejores y saquen en sus banderas no sólo la hoz y el martillo, sino la estrella roja, y hasta el retrato de Wladimir Ilich Ulianov, también conocido como Lenin.

Es una legítima añoranza de tiempos mejores a la que siempre acompaña el temor de que nunca volverán. Por eso se oponen  a la vuelta de la "educación franquista" en la que sólo los niñatos privilegiados de la alta burguesía, como Federico Jimenez Losantos, tenian derecho a estudiar y a ganar becas.

Que a nadie se le ocurra, por tanto, decir que se trata de manifestaciones politizadas.

 2.-Sobre la Sanidad.

Un ejemplo de lo que ocurre con las manifestaciones que se producen en España lo tenemos en relación con la medicina privada, o "privatizada", que para el caso es lo mismo. Así ocurre que se está criticando, desde los de siempre, que el Rey se esté tratando en una clínica privada en vez de hacerlo en la Sanidad pública, donde "lo tendría que hacer" cualquier ciudadano.

Pero eso mismo, que tanto critican, lo admiten en el caso de la diputado del PSOE, y número dos del Partido,que por una incipiente neumonía ingresa en un hospital privado de Benidorm (Alicante) cuando tiene uno público en Vilajoyosa a poca distancia de su casa.

Y cuando la Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, del Partido Popular, tiene un accidente de moto y la ingresan en un hospital de la Seguridad Social medio muerta, por razones de urgencia, los de siempre le organizan una manifestación  para que se vaya a una clínica privada.

¿Ustedes lo entienden? ¿No? Pues es igual porque tampoco hace falta que lo entiendan y es que estas cosas ya se saben de antemano.