Yo no lo quito
Hoy, 7 de octubre de 2013, se cumplen 442 años de la Batalla de Lepanto. Por este motivo, y por otros más, resulta obligado hablar de esta batalla que tuvo en el mundo cristiano una resonancia tremenda, pese a que los turcos consideran que aquello sólo fué una batalla más pero sin gran trascedencia.Allá ellos con sus ideas, que eso a nosotros nos importa poco lo que digan sus historiadores, que eso de la "memoria histórica"no sólo es cosa de españoles.
Para que los lectores puedan darse una idea de lo que era el Mediterráneo en el Siglo XVI, creemos que es suficiente la observación de este mapa que nos indica la extensión del Imperio Otomano, con toda la carga que ello supone de islamismo y de bandolerismo de los piratas berberiscos. Y, como puede verse, este mapa no está dibujado por ningún ultraderechista español
Estaba entonces en Roma ocupando la Sede Vaticana el Papa San Pio V que veia como se le iba echando encima el peligro turco, y fué el único que supo darse cuenta de lo que aquello significaba para el mundo cristiano. En España reinaba Felipe II que tenía tan amenazadas sus posesiones en Europa, que tardó tiempo en darse cuenta de la necesidad de enfrentarse al problema turco y asestarle un golpe definitivo.
Ya un año anterior el Papa había convocado una unión de escuadras cristianas en respuesta a la toma de Chipre, en 1570, y había resultado un fracaso.Los turcos habían atacado a Famagusta, que era el último reducto de los venecianos en Chipre, en 1570, y las capitulaciones para formar la Liga Santa se demoraron hasta el 25 de mayo de 1571m y se onsiguió formar una escuadra formda por 70 galeras españolas (que incluian las deNápoles, Sicilia y Génova), 9 de Malta,12 del Papado y 140 venecianas. Los combatientes españoles eran 20.000, los del Papa 2.000 y los venecianos 8000.
Estandarte de la flota cristiana
El 15 de septiembre de 1571 don Juan ordenó la salida de la flota, y el día 26 fondeó en Corfú mientras una flotilla gobernada por Gil de Andrade exploraba la zona.
Don Juan de Austria organizó una "batalla" central de 60 galeras en las que iban Colonna y Veniero con sus naves capitanas. Esta unidad central estaba flanqueada por otras unidades menores mandadas por Andrea Doria , Alvaro de Bazán marques de Santa Cruz, y Agostino Barbarigo, mientras una flotilla exploradora marchaba a vanguardia al mando de Juan de Cardona.
A bordo de estas naves iban cuatro Tercios españoles: el de don Lope de Figueroa, el de Pedro de Padilla, el de Diego Enriquez, y el de Miguel de Moncada. En este último formaba el soldado Miguel de Cervantes, como arcabucero de la compañía del capitán don Diego de Urbina
El enfrentamiento de las dos flotas, cristana y turca, fué feroz y empezó a partir del momento en que una fragata de la flotilla exploradora de Gil de Andrade avisó a la Capitana de Don Juan de Austria de que los turcos esperaban a la entrada del Golfo de Lepanto. Don Alvaro de Bazán creyó que lo que se imponía era entrar en el golfo, contra la opinión de Andrea Doria. Terminó imponiéndose el criterio de Bazán, y empezó la batalla a primera hora del dia 7 de octubre.
Bien pronto se mezclaron unas galeras con otras, y tan pronto eran abordadas como rechazados los asaltantes. Además, en medio de la batalla hubo remeros de galeras turcas, prisioneros españoles, que también se sublevaron contra sus opresores
El Papa Pio VI, que había despedido a la flota con un rezo del rosario, al enterarse de la victoria dispuso que entre las letanías del rosario se añadiera la de "Auxilium Christianorum", y desde entonces el dia de la Virgen del Rosario se celebra en la liturgia de la Iglesia, el 7 de Octubre.
En esta descripción de un episodio de la batalla de Lepanto, existe un error porque, aunque posteriormente a su herida en la mano izquierda, Cervantes volvió a incorporarse a los Tercios, en este caso el de Don Lope de Figueroa, en Lepanto pertenecía al Tercio de Don Miguel de Moncada.
También puede leerse en algún otro lugar cosas como ésta, en la que el mando de la galera "Marquesa" se
También puede leerse en algún otro lugar cosas como ésta, en la que el mando de la galera "Marquesa" se
atribuye a un tal Francesco San Fedra, que debe ser algún santo de origen italiano.
La " Marquesa" era una galera de dos palos
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