Yo no lo quito
Como todos los españoles saben, la República es la forma de gobierno ideal para una nación. Y no digamos si esta nación es España, que tiene una larga experiencia en eso de las repúblicas, porque ya hemos tenido dos, y estamos a la espera de la tercera. En vista de lo cual, nos complacemos en presentar a la República española vestida como mandan los cánones, o sea, medio en porretas, que es como siempre nos la representan. Aquí la tienen
La primera República española fué, lamenteblemente, corta. O sea, que no fué suficientemente duradera para hacer felices a los españoles, que pudieron disfrutar de ella solamente once meses, a lo largo de los cuales tuvo hasta cuatro presidentes que fueron Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar. Dos catalanes y dos andaluces porque el abogado barcelonés Salmerón habia nacido en Alhama la Seca (Almería). Lo que ahora se denomina un "xarnego".Eso sí, los cuatro eran masones.
Once meses dan para muy poco. Apenas para cambiar los muebles, echar una manita de pintura a la casa y poco más.Sin embargo los españoles supieron aprovecharlos bien porque, gracias al cambio de gobierno, se pudieron organizar aquellos bonitos enfrentamientos cantonales que recuerdan un poco las ligas de fútbol que ahora nos deleitan.
El cantón más conocido por la gente que sabe algo de aquello fué el de Cartagena, con Antonete Gálvez a la cabeza, que debió ser algo así como el di Stéfano de aquella liga cantonal. Incluso llegó a izar en el castillo de Galeras una bandera del Imperio Otomano porque no tenian en existencia banderas rojas.. Y como todos los buques de guerra que había en el puerto se unieron al cantón de Cartagena, en los seis meses que duró su existencia, hasta se permitió el lujo de bombardear Alicante.
Pero no termina ahí la cosa porque hasta se llegó a ofrecer al gobierno de los Estados Unidos de América cuyo presidente era entonces el general Grant que no hizo el menor caso de lo que le ofrecían. Y fué una pena porque así podríamos haber colocado una estrella más en su bandera y recitar, por ejemplo, California, Texas, Oklahoma, Cartagena etc etc.
Los principales cantones se extendieron por la costa mediterránea, pero también los tuvimos en la meseta, como indica este mapa que los señala en color amarillo.Los que están en rojo indican movimientos carlistas.
Pero no termina ahí la cosa porque hasta se llegó a ofrecer al gobierno de los Estados Unidos de América cuyo presidente era entonces el general Grant que no hizo el menor caso de lo que le ofrecían. Y fué una pena porque así podríamos haber colocado una estrella más en su bandera y recitar, por ejemplo, California, Texas, Oklahoma, Cartagena etc etc.
Los principales cantones se extendieron por la costa mediterránea, pero también los tuvimos en la meseta, como indica este mapa que los señala en color amarillo.Los que están en rojo indican movimientos carlistas.
De aquella revolución los numismáticos pudieron conseguir meter en sus colecciones los "duros cantonales", acuñados en Cartagena, durante los seis meses que duró su independencia. Su valor eran cinco pesetas.
Aquello tuvieron que terminarlo los millitares. Uno de ellos fué el artillero don Manuel Pavía y Rodriguez de Albuquerque y don Arsenio Martinez Campos, del Cuerpo de Estado Mayor, ambos a las órdenes del Presidente de la República don Nicolás Salmerón. Porque las circunstancias hicieron que tuviera que ser Salmerón, con su gobierno, el encargado de terminar con la rebelión. Pero terminó su mandato dimitiendo de su cargo porque siendo enemigo de la aplicación de la pena de muerte por determinados delitos, se oponía a unos artículos de las ordenanzas militares que habian sido abolidos y su gobierno quiso restaurar.
Quizás otra de las causas de su dimisión fué su enfrentamiento con Pavía, a quien había nombrado Jefe del Ejército de Andalucía. Este quería entrar en Málaga con sus tropas y se encontró con que el cantón de Málaga, que era el último que se tenía que ocupar, había firmado un tratado con el gobierno central por el que se sometía a condición de que las tropas no pudieran mantenerse en su territorio.
A los que vivimos actualmente en Cataluña eso nos suena a cosa conocida.
Pronto empezaremos con la Segunda República española, igualmente pródiga en gobiernos, porque si los contamos desde el 14 de abril de 1931 hasta el 1 de abril de 1939 nos encontraremos con 26 gobiernos en 8 años.
Lo que pone de relieve lo bien gobernados que estuvimos durante aquellos años.Y es que más democracia no se podía pedir. Un dato para el Guinness.
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