La Cruz Laureada de San Fernando fué creada en el año 1811. Por este motivo conviene aclarar que se han concedido Laureadas a lo largo de todo el Siglo XIX, o sea, en la Guerra de la Independencia, Guerras Carlistas, Cuba, Filipinas y Marruecos.
En el siglo XX se concedieron Laureadas en la Guerra de Marruecos, en la Guerra Civil española, en la División Azul, en Rusia, en el Sahara, y también como consecuencia de la fracasada revolución del año 1934.
Las condiciones que se exigen para pertenecer a la Orden de San Fernando son de tal naturaleza, que muchas de las cruces que se han concedido lo han sido a título póstumo. Y en estos momentos, en que se habla y se escribe sobre la eliminación de determinadas referencias a los Caballeros Laureados que van a ser eliminadas en honor de esa "Memoria Histórica" en los edificios militares, calles y plazas de este desgraciado país que se llamaba España, lamentamos desconocer esa disposición por la que se eliminan los nombres de estos laureados. Por este motivo, también en aras de la Memoria Histórica, vamos a referirnos a las laureadas concedidas durante la Segunda República española cuando todavía no había empezado la Guerra Civil.
Estas laureadas fueron tres y se concedieron a los Generales D. Domingo Batet Mestres, D. Eduardo López Ochoa y Portuondo, y al Capitán D. Fermin Galán Rodriguez. Por cierto, los tres republicanos y masones.
Fermin Galán era, como suponemos que se sabe, aquel Capitán que organizó la sublevación de Jaca en diciembre de 1930, que fué la que trajo la República. En el año 1924 había tenido una brillante actuación como Teniente de La Legión en la operación conocida como la retirada de Xauen. Galán fué herido, y sin hacer caso de su herida actuó brillantemente en la acción de Xeruta. Tan meritoria fué su actuación aquel día, que se hizo una propuesta de concesión de Laureada por el Teniente Coronel Legionario que mandaba la fuerza de vanguardia, y que se llamaba Francisco Franco Bahamonde. Pero, como ocurre muchas veces, la propuesta de Fermín Galán fué rechazada, y solamente tras la llegada de la República se le concedió la Laureada en el año 1934. Aunque suponemos que por muy distintas razones.
El General Domingo Batet Mestres recibió de la República una Laureada en recompensa por haberse enfrentado a Companys en la sublevación del 6 de octubre de 1934 en Barcelona. Esta vez sin que por parte del General se pudiera hablar de acciones heroicas, sino del cumplimiento de su obligación, pero eso para la República no tenía mucha importancia y se pasaron por el arco de triunfo el reglamento de la Laureada. En la foto se puede ver a los dos generales Batet y Lopez Ochoa en el acto de entrega de la preciada condecoración. Tres años más tarde Batet iba a ser fusilado al oponerse al Alzamiento.
Los "escribidores" de la memoria histórica acusan a la malquerencia de Franco el fusilamiento de Batet en febrero de 1937, cuando en realidad lo detuvieron en Burgos sus subordinados en Julio de 1936. O sea, que lo fusilaron casi un año más tarde. Y cuentan que tanto Mola como Cabanellas y Queipo de Llano se oponian a su fusilamiento. Y es posible que hubiera en ello algo de verdad, porque Batet había sido Juez instructor cuando el expediente Picasso, y había escrito sobre él unas frases verdaderamente ofensivas. Frases que no nos resistimos a copiar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se tardó casi un año en fusilarlo, cuando Franco llevaba ya cinco meses como Jefe del Estado.
Decía estas cosas el entonces Coronel Batet de un "oficialillo" a quien no se quería ascender a Comandante porque sólo tenía 23 años, que fué organizador de la Legión, y Comandante de su Primera Bandera:
"El Comandante Franco, del Tercio, tan traido y llevado por su valor, tiene poco de militar, no siente satisfacción de estar con sus soldados, pues se pasó cuatro meses en la plaza para curarse enfermedad voluntaria, que muy bien pudiera haberlo hecho en el campo, explotando vergonzosa y descaradamente una enfermedad que no le impedía estar todo el dia en bares y círculos. Oficial como éste que pide la laureada y no se le concede, cuando con tanta facilidad se ha dado, porque sólo realizó el cumplimiento de su deber, ya está militarmente calificado."
Lineas publicadas por el "historiador" monserratino Hilario Raguer. Y es que Franco era un pelele, que no hacía nada y se paseaba de barra en barra por los casinos de Ceuta y de Melilla.
Ahora bien, cuando a Fermín Galán se le propone para la Laureada, en el año 1924, el "desgraciado" de Franco era un Teniente Coronel de 31 años, al mando de cinco Banderas de La Legión, artillería y regulares. O sea, un mando que normalmente corresponde a un General de División, y realizó una operación de protección a las tropas que se retiraban, que ha sido calificada de modélica por generales franceses.
Pero así es como se escribe la Historia por algunos. Lo cierto es que Batet, que era masón, pertenecía a una familia de formación religiosa, que tuvo que exiliarse a Francia en plena guerra bajo la protección de Tarradellas para salvar la vida. Y antes de ser fusilado recibió los Santos Sacramentos.
En esta otra foto se puede ver a D. Eduardo Lopez Ochoa haciéndose cargo de la Capitanía General de Cataluña el dia 14 de abril de 1931. Este general había conspirado contra Primo de Rivera, y era muy amigo de Maciá; por eso, cuando éste se hizo cargo de la Presidencia de Cataluña (que todavía no se llamaba Generalidad) dentro de una inexistente República Federal Española se llamó a Lopez Ochoa para ocupar la Capitanía
En octubre de 1934, se ordenó a López Ochoa que salvara la ciudad de Oviedo que estaba sitiada por los dinamiteros asturianos en aquel conato revolucionario dirigido por los socialistas, y que fué un anticipo de la revolución que se estaba gestando. Y los masones de Barcelona le condenaron. Lopez Ochoa era consciente de que su vida peligraba y al iniciarse la guerra se escondió en el Hospital Militar de Carabanchel. Allí lo cogieron y, en pijama como estaba, lo sacaron fuera y lo ametrallaron, le cortaron la cabeza y la pasearon por Carabanchel. Luego le colocaron la cabeza entre las piernas, y hasta le hicieron esta foto.
Todavía la revolución contra la República dió lugar otra laureada que fué la del Capitán de la Guardia Civil D. José Alonso Nart, héroe de Sama de Langreo, muerto en acción de guerra. Pero la concesión de la Laureada se hizo después de la Guerra, en 1942.
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