Cualquiera que sepa algo de lo que fué aquella contienda tiene que conocer que los mejores tanques que circularon por España durante aquellos tres años fueron los tanques soviéticos, el T- 26 y el BT-5, porque las tanquetas italianas y los carros alemanes no podian enfrentarse a ellos.
Las tanquetas italianas - que ellos mismos denominaban "scatole di sardine" (latas de sardinas) eran muy buenas para perseguir abisinios pero no para enfrentarse a un tanque. Y lo mismo ocurría con los carros alemanes, que eran vehículos para instrucción de carristas, pero dotados solamente de dos ametralladoras y no podían enfrentarse con el cañón de 45 mm del carro soviético.
Pero aquellos "potentes" (por entonces lo eran) carros soviéticos desembarcaban en Cartagena o Alicante, pero no lo hacían en Barcelona porque Cataluña estaba en manos de los anarquistas, trotskistas y separatistas, y Rusia apoyaba solamente a los comunistas desde el primer momento. Y en el frente de Aragón no hubo tanques hasta que Cataluña pasó por la "comunistización" de su ejército tras los sucesos de mayo de 1937. Mientras tanto se iban construyendo en talleres controlados por los anarquistas aquellos "tiznaos" cuya vista hace reir, y que apenas podian moverse en el campo de batalla. Y suponemos que el famoso cartel escondía muchos misterios.
Otro cartel digno de estudio era éste
que, como puede verse, exalta la acometividad de los soldados del Ejército Popular. Solo falta anotar "¡Cuidado, que vienen!"
Por otra parte, los perdedores en sus "memorias" juran y perjuran que no tenian fusiles ni municiones, y por esto perdieron la guerra. Este otro cartel de propaganda pone de manifiesto que, en cierto modo, había en ello algo de verdad. Pero es que los fusiles los necesitaban también los "registradores de la propiedad" y también para llenar las minas de Camuñas (Toledo)
Pues que siga la propaganda.
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