Hace ya unos cuantos años, mi hija estaba estudiando Historia en la Universidad de Barcelona, y recuerdo muy bien que uno de los libros que le habían aconsejado comprar era uno relativo a la Historia Moderna de España y que había sido escrito por el escritor americano Herbert Rutledge Southworth, que aparece en esta foto.
Este tipo, que era hijo de un banquero que se arruinó en los EEUU se dedicó gran parte de su vida a atacar al régimen de Franco, cuya victoria en la Guera Civil le había sentado como una coz en la boca del estómago. Yo no sé si mi hija conserva todavía aquel libro, pero lo que recuerdo perfectamente es una frase referida a la liberación del Alcázar de Toledo en la que este "ilustre historiador" decía que el edificio había sufrido "algunos desperfectos".
Fotos como ésta que está tomada, evidentemente desde el bando rojo, dieron la vuelta al mundo para dar testimonio del heroismo de unos hombres dispuestos a dar su vida en defensa de sus ideales. No hacía falta que la propaganda franquista hiciera demasiados esfuerzos para que la noticia de aquella heroica defensa llegase a los últimos rincones de la tierra. Sin embargo, Southworth no debió enterarse. Y si lo hizo demostró su desvergüenza al escribir aquella frase.
Por eso hoy, cuando el Alcázar sigue sufriendo otra clase de desperfectos a costa de esta morralla que nos gobierna, me complace traer aquí lo que acaba de escribir Alfonso Ussia sobre el Alcázar. No le he pedido permiso, pero supongo que no le molestará aparecer hoy en las páginas de El Alimoche.
"El Alcázar de Toledo
Si algo no entra en el hábito de los militares es la mentira. Un militar mentiroso no es un militar. Y si la mentira, además, se viste de manipulación, sesgo y majadería, se llega a la conclusión de que no viene de la decencia uniformada, sino de la falta de respeto a la verdad de nuestros actuales gobernantes. Ignoro quien es el manipulador que pretende, con setenta años de retraso, borrar un largo episodio de heroismo que ha sido reconocido como tal unánimemente. La heroica resistencia de los defensores del Alcázar de Toledo en la Guerra Civil fué reconocida y admirada por los propios sitiadores. Pero llega el tonto setenta años más tarde, y quierev triunfar donde la victoria y la derrota son páginas de la Historia. Que lo intente el tonto, su superiora, y el superior de la superiora. No lo van a conseguir.
Creo que hay dos Ministerios, Interior y Defensa, que por su carácter institucional merecen más reflexión ante las críticas que otros departamentos. He sido, y siempre lo seré, más prudente con un Ministro de Defensa que con el titular de una cartera más cercna al partido gobernante que a la totalidad de los españoles. Pero lo que pretende el tonto que tiene ahí suelto la ministra Chacón, además de una villanía histórica- o mejor, contrahistórica-, es una soberana imbecilidad.Este gobierno no sabe qué hacer para reescribir un pasado inmutable. El asedio al Alcázar de Toledo , donde un grupo de soldados valientes del Ejército Nacional, resistió durante más de sesenta días a las fuerzas republicanas infinitamente más poderosas, está no solo en la Historia de España, sino en los de los grandes hechos militares de todo el mundo. Eliminar del Alcázar la Historia del Alcázar sólo se le ocurre a un ceporro sesgado y mentiroso. Es de esperar que sea un ceporro, y no una ceporra, dado que el titular actual de la cartera de Defensa es una mujer.
La Historia se asume. El Alcázar resistió con heroismo. Alli habia, además de soldados, mujeres y niñlos.El general Moscardó no entregó el Alcázar ni a cambio de la vida de su hijo que fué cobardemente ejecutado. Han pasado más de setenta años, y el ceporro pretende borrar el fracaso de los sitiadores y el triunfo de los sitiados. No tiene sentido. Y lo hace desde el Ministerio que agrupa a quienes no saben mentir. Lo dice César Vidal: "Los héroes no se discuten" Son de todos. Setenta años más tarde aquel heroismo no puede herir a nadie. Sólo a los mentirosos y los manipuladores. A los cretinos y a los rencorosos. Apenas quedan protagonistas vivos de la victoria en la Guerra Civil Lo mismo que derrotados. Los hijos de los que ganaron han renunciado hace mucho a seguir ganando. Pero muchos de los descendientes de los que perdieron- en gran parte por su culpa-, quieren ganar una guerra con setenta años de retraso. Una necedad y un despropósito. Eliminar del Museo del Ejército del Alcázar los vestigios y muestras de aquel episodio heroico es una prueba del resentismo impotente. Lo que se suponía fácil lo convirtieron en imposible unos héroes. Respétenlos y no mientan. Si la Ministra no rectifica el plan del ceporro, lo siento, señora ministra, pero la ceporra será usted."
Nuestra felicitación al Señor Ussía. Y a partir de hoy al ilustre historiador le llamaremos Herbert Rutledge Ceporrusworth.
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