Ustedes perdonen por esta expresión, pero cuando hablamos del putiferio que tenemos organizado en esta bendita tierra que antes llamábamos España, está claro que nos estamos refiriendo a esta clase política, que tiene de todo menos "clase".
Ahora resulta que las últimas encuestas parecen indicar que el PP aventaja al PSOE en seis puntos. Y con la que nos viene encima va a resultar que esta ventaja lleva camino de aumentar. Lo que quiere decir que cada vez habrá menos votantes del PSOE. Es decir, que muchos de los votos del PSOE van a pasarse a la abstención. Sin embargo es dudoso que los votantes del PP aumenten, porque también muchos se van a ir a la abstención. Y esto es lo más amargo de esta situación, que nadie ve en los políticos a gente digna de merecer nuestra confianza sino a gente ansiosa de poder y carente de ideas y de principios morales, que es lo primero que deseábamos ver en nuestros políticos.
Este desprestigio, por supuesto, tampoco requiere investigaciones especiales, porque son ellos mismos los que se van echando unos a otros las boñigas, y el atónito espectador tiene en estas peleas entre los miembros del putiferio la principal fuente de información; exagerada por unos y atenuada por otros medios de difusión, pero información al cabo.
Ahora sale el "capo" de Izquierda Unida, Cayo Lara, pidiendo una marcha ciudadana contra la corrupción política. Marcha de 40 kilómetros que saldría de la Plaza de Bayona, de Seseña,a las 8 de la mañana para terminar en el Congreso de los Diputados. Lo que no nos extraña porque el comunista ese no forma parte de "los que viven del cordero".
Mientras tanto el Partido Popular todavía no se ha dado cuenta de que muchos de sus votantes, que a lo único que aspiran es a ser votantes, somos gente educada en las enseñanzas del Evangelio, adictos al magisterio del Papa, y que no tenemos otra aspiración en este mundo que morir en gracia de Dios para gozar de la Gloria eterna que no es, precisamente, la del putiferio.
Y han sido, precisamente los socialistas los que han afirmado que su mejor "enemigo" era el PP de Mariano Rajoy. Y que debería desprenderse del todo de su afección a la Iglesia Católica. Como si ésta fuera tan evidente.
Y con este exabrupto termino, porque no tenía más remedio que soltarlo. Ustedes me perdonarán, pero necesitaba soltarlo.
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