Los únicos datos que poseo de este escritor son que nació en Bañolas (Gerona) en 1955, y que no es el primer libro que escribe sobre este tema de la persecución en la Cataluña de nuestra Guerra Civil. Y lamento no conocerle personalmente, porque yo sí he vivido esta época y con una edad suficiente para saber qué era lo que estaba ocurriendo delante de mis narices. Y este artículo me retrotrae a un libro que se publicó en 1977 y que he tenido ocasión de sacar de mi biblioteca en varias ocasiones cuando he tenido necesidad de consultarlo. Este libro es :
El periodista pregunta:
-¿Considera muy elevado el censo de ejecuciones ilegales en nuestra tierra?-Aquí, en Cataluña, no llegarían a once mil. En Madrid fueron ochenta mil. En Valencia sesenta mil. En el Pais Vasco muy pocas.
-¿Podía haberse evitado esta carnicería?-Todo estaba desbordado. El poder, el orden público estaba en la calle. No comprendo, no puedo explicarme la propuesta de Claudio Ametlla al presidente. Lo que sugería don Claudio, ¿por qué no lo llevaba a término bajo su absoluta responsabilidad? ¿Por qué pedía algo que el presidente no podía concederle?
O sea, que el artículo que ha escrito Miquel Mir proporciona datos muy fidedignos, lo mismo que cuando se refiere a Luis Companys. Y los catalanes y no catalanes deberían saber quien era este personaje, cosa que los catalanistas ignoran porque no les interesa conocer. ¿Cómo van a querer saber qué clase de persona era Luis Companys, si al pobre Rafael de Casanovas lo han elevado a la categoría de "héroe de la independencia catalana"?
Miquel Mir cuenta a sus lectores que Companys entregó el poder a los anarquistas que fueron los que lo ostentaron durante un año hasta que, tras los sucesos de mayo de 1937 Cataluña quedó en poder de los comunistas, que eran los que mandaban en España.A los no catalanes habría que explicarles muchas otras cosas. La primera es que dejen de llamarle "Companis" y empiezen a decir "Compañs", que es como debe sonar. Al fin y al cabo, tampoco decimos Sakespeare cuando nos referimos al famoso dramaturgo ingles.
La segunda (y ésta la quieren ignorar los catalanistas) es que Companys empezó su carrera política en el Partido Republicano, con Alejandro Lerroux. Y era, como republicano, también anticlerical. Y que como abogado del gabinete de Francisco Layret defendió a los pistoleros de la FAI; lo que le valió la amistad de muchos de ellos. Además era amigo de la infancia del sindicalista conocido como el Noi del Sucre porque el padre de este último era aparcero de una finca de la Baronesa de Jover, que era la madre de Companys. Incluso estuvieron juntos encerrados en Mahón.La tercera es que Companys fué "arrastrado" a la sublevación del 6 de octubre de 1934 por los independentistas Dencás y Badía. que eran los jefes de los "escamots" y partidarios de un independentismo a lo Francisco Maciá. Por eso, aquella noche, tras su declaración por radio se volvió hacia ellos ellos y les dijo:"Ahora no direis que no soy catalanista". Porque la realidad es que no era separatista.
Otra cosa que se suele ignorar es que existen razones muy fidedignas que acusan a Companys de haber organizado el asesinato de los hermanos Badía en abril de 1936. Meses más tarde se casaba con la amante de Miguel Badía. Por tanto, había dos motivos para deshacerse de Miguel Badía; uno era la diferencia entre la actitud política de ambos (Miguel Badia era de Estat Catalá, y Luis Companys de Esquerra Republicana), y el otro la relacion sentimental entre Companys y Carmen Ballester, que había sido amante de Badía. En este asesinato el brazo ejecutor fué anarquista, pero el impulso fué "soberano".Por añadidura, la muerte del Presidente de la Generalidad de Cataluña (que era masón) fué lo único decente que aparece en su vida pública; cuando estaba en capilla confesó, ayudó la misa y comulgó y se presentó ante el pelotón de fusilamiento con dignidad. Esta muerte asistida por los santos sacramentos, recuerda la de otros dos enemigos feroces de la Iglesia, que fueron Manuel Azaña y Dolores Ibarruri, la comunista. Por cierto que en estos momentos la biznieta de La Pasionaria forma parte de una asociación católica muy conocida en España.
Otra cosa que habría que explicar a los que se empeñan en santificar a Companys, es la rebelión que se produjo en el verano de 1936 en Barcelona, cuando los de Estat Catalá quisieron destituir a Companys, lo que terminó con la escapada a Francia de varios de sus antiguos seguidores como Casanovas, Ventura Gassol, y varios de sus consejeros cuando se dieron cuenta de que su Presidente se había entregado abiertamente a los anarquistas. Un episodio de la política catalana que ha pasado desapercibido por muchos, y ocultado por otros, en medio del caos sangriento de aquel verano de 1936 en Cataluña.Invitamos desde aquí al historiador Miquel Mir a que aporte datos sobre estos hechos para que los catalanes y los "estatales" ( que es como ahora se llama al resto de los españoles) tenga las ideas claras sobre esta parte de nuestra Historia.
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