Yo no lo quito
De todos es conocida la fama que tiene, al menos entre nosotros, la sabiduría china y su más que milenaria cultura. Por eso no tiene nada de particular que los socialistas, tan necesitados de cultura, se vayan a la República Popular China para aprender algo. Y algunos hasta aprenden.
Por ejemplo, cuando allá por los años ochenta, a Felipe González se le ocurrió viajar a la China, se trajo de allí una bonita sentencia que le había enseñado Deng Xiaoping, y que pronto aprendimos el resto de los españoles porque la repitieron en muchos periódicos de entonces. La frase es aquella de: "Gatos blancos o gatos negros, lo que importa es que cacen ratones". Una frase que refleja claramente el sabio pragmatismo de los chinos muy utilizado en la China Comunista y que define aquello de que el fin justifica los medios.
Y Felipe González lo aprendió pronto, y hasta lo ejerció constantemente a lo largo de su vida. Por eso, aquel hijo de un vaquero de Sevilla ha llegado a convertirse en secretario del multimillonario más grande del mundo mundial, señor Slim. Atrás quedaron sus disfraces de obrero cuando intervenía en los mítines y levantaba el puño acompañado por su adlátere Alfonso Guerra, como puede verse en esta foto.
Los socialistas han estado siempre muy necesitados de cultura. Por eso, cuando ganaron las elecciones en su primera legislatura, y siempre preocupados por los problemas más acuciantes de los ciudadanos, se apresuraron a cambiar los nombres de las calles, como todos sabemos, con objeto de borrar los restos del régimen anterior.Lo que dió lugar a que se cometieran muchas estupideces.
En Estepona, por ejemplo, bajaron del callejero al sargento JuanVazquez, que se había destacado por su heroismo en la guerra de Marruecos.
En Figueras dejaron sin calle a Cervantes "porque era franquista"; y como un concejal de AP expresara su disgusto, el teniente de alcalde socialista señor Palahí admitió que, "en efecto desconocía que Cervantes hubiera sido franquista". Doble metedura de pata porque todo el mundo sabe que Miquel Servent, autor del Quixot era catalán, aunque no hubiera nacido en Figueras.
En La Campana (Sevilla) suprimieron del callejero a Cristóbal Colón, también a Cervantes (qué mania con Cervantes tienen los sociatas) a Santa Teresa de Jesús, a Ramón y Cajal, y a los Hermanos Quintero. Por cierto que esta última calle la dedicaron a Katanga, que era un pais africano muy vinculado con el pueblo sevillano, como es bien sabido.
Ahora le ha tocado viajar a la China a Zapatero, pero éste ha sido incapaz de aprender nada. Y es que no ha ido a aprender sino a enseñar. Y el dia 14 de abril ha tenido ocasión de comparar la economía española como una gran motonave, precisamente cuando se cumplen los 99 años del hundimiento del Titanic en su primer y único viaje a través del Atlántico. También ha cometido la falta de protocolo de plantar dos besos a una niña que le ofrecía flores, ignorando que la etiqueta china no permite el contacto de los cuerpos entre dos personas. Pero la mayor metedura de pata ha sido publicar lo de la presunta ayuda económica a España, que el gobierno chino se ha visto obligado a desmentir. O sea, que una vez más nos ha hecho hacer el ridículo ante una nación extranjera.
Y ello pone en peligro las buenas relaciones económicas hispano-chinas, de todos conocidas.
¡Menudo ceporro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario