viernes, 13 de noviembre de 2009

Amicus Plato (13)

El fracaso de aquel 6 de octubre en Barcelona hizo que se realizaran muchas detenciones. Había habido unos 40 muertos en las calles de la ciudad y un mayor número de heridos. Consecuencia de ello fueron las 3000 detenciones que se hicieron y se pusieron bajo la jurisdicción Militar.


Los Consejos de guerra sentenciaron varias penas de cárcel y dos penas de muerte a los militares Enrique Pérez Farrás y Federico Escofet. Penas que el Presidente de la República Alcalá Zamora no quiso aceptar, y fueron condenados a cadena perpetua. He aquí una foto de varios de los militares detenidos.




Los tres de detrás son, de izquierda a derecha, Federico Escofet, Capitán de Caballería el Tte. Coronel Ricart, de la Guardia de Asalto, y el Comandante Bosch. En primera fila el Capitán Luengo. Comandante Salas y el Capitán López Gatell.


Una anécdota curiosa es que la viuda de Maciá, Dª Eugenia Lamarca escribió al Presidente de la República en favor de Perez Farrás, recordándole que su marido había intercedido en favor del General Sanjurjo cuando lo del 10 de agosto. Esta señora era una rica propietaria de la provincia de Lérida, y cuando estalló la guerra civil le expropiaron sus fincas, que le fueron devueltas al terminar la guerra. Y he oido comentar que jamás pronunció una palabra contra Franco.


También hubo sus recompensas. Al terminar lo de Cataluña y después de lo sucedido en Asturias, la República concedió nada menos que 39 Medallas Militares individuales y hasta tres Laureadas de San Fernando. Una de ellas al Capitán de la Guardia Civil D José Alonso Nart, muerto en Sama de Langreo, y las otras dos al General Batet por su actuación en Barcelona, y al General López Ochoa por lo mismo en Asturias. Esta foto es del acto de imposición de las dos laureadas. El de la izquierda es Batet y a su lado López Ochoa.




Año y medio después los dos morirían fusilados. Batet en Pamplona por los nacionales y López Ochoa por el rojerío en el Hospital de Carabanchel, donde su cabeza fué cortada y paseada en lo alto de una pica.



En cuanto a los responsables de la sublevación, fueron encarcelados en la cárcel de Puerto de Santa María, de donde saldrían libres un año y medio más tarde. Faltaban. eso sí, Dencás y Badía. Los principales.





Pero también hubo un preso distinguido que fué D. Manuel Azaña. Este se encontraba en Barcelona para asistir a los funerales de su amigo Jaume Carner. Por supuesto, estaba enterado de lo que se pretendía porque lo había comentado con Companys, y le había dicho que aquello iba a ser una aventura que no iba a conducir a nada. Pero eso se supo más tarde. Mientras tanto fué detenido en el destructor Sanchez Barcáiztegui.


Mañana seguiremos con Luis Companys.

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