viernes, 13 de noviembre de 2009

Amicus Plato (14)

Las elecciones de febrero de 1936, que dieron entrada al Frente Popular, dieron lugar a que los detenidos por la sublevación del 6 de octubre en Barcelona fueran puestos en libertad. Y Luis Companys regresó a Barcelona en marzo de este año para recuperar su cargo de Presidente de la Generalidad, en loor de multitudes. En esta foto lo podemos ver sentado en un lujoso coche con ramos de flores y acompañado por el alcalde. Tiene mal aspecto y lleva esa boina que no sabe como colocarse con un poco de gracia. Se tapa la boca con un pañuelo, y alguien habla de que padece tuberculosis, aunque no podemos afirmarlo alegremente porque no nos consta este detalle de su vida.

La foto tiene un cierto patetismo; y para animarles un poco, les vamos a enseñar otra foto poco conocida del año 1933, cuando era Ministro de Marina y quiso visitar las bases navales de las Islas Baleares.


Aquí se le puede ver descubierto mientras respetuosamente escucha el discurso que pronuncia el General Jefe de la Comandancia de las Islas Baleares, un tal Francisco Franco Bahamonde.

Pero desde el 6 de octubre de 1934 hasta su regreso desde el penal de Puerto de Santa María habían ocurrido muchas cosas. En primer lugar se ha producido una ruptura del partido que presidía porque los partidarios de Estat Catalá se han separado y además ha aparecido otro denominado Nosaltres Sols, que es una traducción del Sinn Fein irlandés y con características muy parecidas.

Desde el primer momento se echó la culpa de lo ocurrido el 6 de octubre a Dencás y a su segundo Badía, que estaban en Francia y desde allí protagonizaron la creación de un nuevo Estat Catalá. Los biógrafos de Companys echan la culpa a éstos "porque eran los que se habian escapado", mientros otros habían sido condenados. Lo cual es cierto, pero no exculpa a Companys. Y éste lo primero que hizo fué culpar a los que se habían escapado de la quema. Al crearse este nuevo Estat Catalá fueron expulsados de él personajes tan significativos como Ventura i Gassol, Puig i Ferrater, Jaume Ayguader o Jaume Miravitlles.

Mientras Companys permanecía en la cárcel, un personaje, Rebertés cuya amante era amiga de Carmen Ballester y ambas militantes de Estat Catalá, tuvo recogida en su casa a la entonces "amiga"de Companys y pidió a éste que lo nombrase consejero de Orden Público, contra el criterio de muchos. Esta Carmen Ballester había estado casada con un tal Carles Durán; y su esposa (entonces Carmen de Durán), se había hecho amante de Miquel Badía en 1933, y de los brazos de Badía pasó a los de Companys. Esto lo sabía mucha gente en Barcelona, pero todos disimulaban, y siguen disimulando.

Por eso, cuando los hermanos Badía fueron asesinados por unos pistoleros de la FAI en abril de 1936, muchos militantes de Estat Catalá apuntaron con el dedo a Companys, a quien acusaron de haber dado a los pistoleros la información pertinente. En cambio Federico Escofet atribuyó esta acción, aunque de una forma muy vaga, a "los falangistas".

Y mañana, si Dios quiere, hablaremos de la conspiración contra Companys a fines de 1936, o sea, en plena guerra.

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