28 de diciembre

Yo no lo quito

1.- Mañana Dia de Inocentes.

Por eso nos parece fatal que La Gaceta nos amargue la vida explicándonos el mal estado de la hacienda española con noticias como ésta

y esta no es más que una forma de indigestar el turrón de estas  fiestas navideñas. Y no sólo el turrón, sino que también nos ha estropeado el conejo que nos recomendaba nuestro anterior ministro de Economía y Hacienda, un tal Pedro Solbes, que ahora es consejero de Barclays, y es casi seguro que estas navidades  habrá regalado un conejo a sus mejores clientes y allegados.

Además ¿Hay algo más español que el conejo?  Precisamente, los que saben de estas cosas, dicen que los romanos llamaron a España - que entonces era toda la península ibérica- Hispania, al revés que .los griegos que nos llamaban Iberia. Pero ocurre que la palabra Hispania no es de raiz latina, y dicen que proviene del fenicio I-spa-ya; y como los fenicios fueron la primera civilización que entró en España, los romanos le dieron el significado de "tierra abundante de conejos". Precisamente Cátulo al referirse a España la denomina "cuniculinaria". Incluso en algunas monedas acuñadas en tiempo del emperador Adriano aparece la figura de una dama que personifica a España, con un conejo a sus piés.

Por este motivo, aunque nuestro inclito ex-Ministro de Econom-ia y Hacienda nos recomendaba que comiéramos conejo por razones económicas ( ya que sabía perfectamente que nos estaban engañando miserablemente intentando convencer al respetable de que éramos una potencia envidiable), nosotros recomendamos a nuestros lectores que a partir de las próximas navidades, se olviden del besugo al horno y del nefasto pavo ese que los catalanes denominan "gall d`indi" porque procede el nuevo continente, y rindan al conejo los honores que se merece. Por patriotismo hay que comer conejo y dejarse de extranjerismos.

2.-El cachondo Zapatero.

Este es el que se ha hecho cargo de la inocentada. Vean, si no es verdad

Porque Zapatero es un poeta, y además de estar muy agradecido a todos los que le han votado en estas dos legislaturas por haberle convertido de diputado culiparlante a presidente del gobierno, también ama a ese ente discutido y discutible, al que algunos llaman España.

En cambio, este otro no ama a España.