Yo no lo quito
1.- Condecoración.
Bueno, en realidad es un texto obsceno más, pero que vale la pena leer porque nos puede dar una idea clara de lo que estamos padeciendo, y esperamos no volver a padecer más (Dios nos oiga). Su lectura se debe a la información que hoy aparece en la primera página de El Mundo. Nosotros nos limitamos a copiar y pegar.
En cualquier pais civilizado la Policía está al servicio de la Justicia. Y sus investigaciones sirven para que un Juez emita su dictámen. Pero, por lo visto, en "estepais" lo que ocurre es lo contrario. Aquí se premia al Juez del proceso del 11-M por el servicio que ha prestado a la Policía. Y no se podría explicar con mayor claridad. El servicio del Magistrado Gómez Bermúdez no es un servicio prestado a la Justicia, sino a la Policía.
Uno podría explicarse, con la mayor buena fé del mundo, que el magistrado a quien se encargó la labor de poner las cosas en su sitio recomendara para un premio a los policias que tan eficazmente han colaborado con él en el esclarecimiento de los hechos acaecidos aquel nefasto 11 de marzo de 2004. Pues no. Ha sido la policía la que ha premiado al Magistrado Presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, lo que viene a ser algo así como si el honorable gremio de planchadoras me hubiera premiado a mí por llevar la raya del pantalón tan bien marcada.
Pero en España las cosas están ocurriendo así. Y la prueba está en este documento elaborado por el Ministerio del Interior el dia 20 de mayo de 2010 por el que el magistrado don Salvador Francisco Javier Gómez Bermúdez ingresa en la Orden del Mérito Policial.
Sus méritos son evidentes:
"Su papel fué fundamental para reconducir las divergencias relacionadas con los medios de prueba, testimonos de informadores, etc, no permitiendo en ningún caso que el juicio derivase en derroteros confusos, y que los testimonios de los funcionarios de policía, especialmente de las Comisarías Generales de Policía Científica e Información resultaran determinantes."
Desde esta página no tenemos más remedio que felicitar al homenajeado, cuya imagen traemos aquí para general conocimiento de nuestros lectores. Y que después de elaborar la sentencia ya había sido premiado con dos medallas, una al Mérito Policial y otra al Mérito Penitenciario en el intervalo de quince dias.
Mientras tanto, un hombre que se llama Jamal Zougam lleva siete Años metido en una celda de aislamiento, con una hora de salida diaria, y castigado con 40.000 años de cárcel por negarse a aceptar que él fué uno de los autores del atentado. El único imputado. Aunque no lo crean.
No crean ustedes que la cosa va a terminar así, porque aún queda mucha tela que cortar.
Hasta mañana.
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