martes, 12 de noviembre de 2013

Artur Mas en Israel

Yo no lo quito


Esto no es noticia. Porque decir que Artur Mas está haciendo el ridículo en Israel no puede constituir una sorpresa para nadie ya que lleva años haciéndolo y eso ya no puede ser noticia. A estas alturas uno no sabe si lo que quiere hacer el próximo 11 de septiembre de 2014 es un referéndum por la independemcia o un referéndum anodino que no obligue a nada. Ya se habla de un derecho a referéndum a secas. O sea, lo que Josep Plá llamaría "collonades".

Sin embargo, el ridículo que está haciendo en Israel es merecedor de un "cum laude", porque no se le ha ocurrido otra cosa que contarles en Tel Aviv que Cataluña e Israel son víctimas del mismo genocicio. Y eso se lo va a contar a los israelíes cuyos padres o abuelos murieron en los campos de concentración nazis. Suponemos que en el mejor de los casos estas declaraciones habrán dado lugar a algunas "sonrisas benevolentes".



Pero este ridículo tampoco termina ahora porque la prensa subvencionada habla de contactos comerciales y utiliza para ello el paralelismo cultural y científico entre Cataluña e Israel para defender el referéndun "soberanista" que reclama al gobierno español. Incluso Mas ha llegado a explicarles la íntima relación que existe entre la raza catalana y la israelí. desde la Alta Edad Media.

Como si esta relación no existiera en toda España; la vieja Sefarad en la que han prosperado los judios, hasta el punto de que en Europa hay que distinguir entre la lengua sefardí, española, y la ashkenazi, que se hablaba en el resto de Europa. Y decimos "española", porque cuando los judios fueron expulsados de España en tiempo de los Reyes Católicos, se llevaron con ellos la lengua denominada "el ladino" que no era más que el castellano viejo que hablan los judios en España. Hablaban el castellano, pero no el catalán. Incluso en estos momentos se edita en Jerusalen una revista que se titula "Aki Yerushalayim" y que lo hace en ese judeoespañol también llamado "ladino",

La banalización de la Historia y el victimismo son las principales características del independentismo catalán. De ahí la seguridad de ser el pueblo elegido y la superioridad moral que es una gracia divina que asiste al catalán consciente.

Barcelona, que es donde tiene su casa Artur Mas, dispone de dos lugares en los que se rememora el papel de los judios en el desarrollo de la ciudad. Uno es Montjuich, cuyo nombre original de "mons judaicus" señala la existencis de un cementerio judío en las afueras de la ciudad  donde han aparecido, si la memoria no nos falla, unas 120 tumbas o restos de tumbas judias.

El otro lugar es el "call" de Barcelona situado, casualmente, en el barrio gótico de la ciudad, y justo al lado del palacio de la Generalidad donde se asienta el Presidente Mas, y cuyas calles forman parte de la riqueza turísica de la ciudad.


Estas cosas tiene que saberlas el "Molt Honorable President". Como también es probable que sepa (aunque eso es más dudoso) que el 5 de agosto del año 1391 tuvo lugar una matanza de judios en Barcelona en la que también muchos otros tuvieron que verse obligados a recibir el bautismo, lo que originó  la existencia de "judaizantes"


Pero Mas no iba bien preparado desde el punto el vista histórico porque no le acompañó el ilustre historiador de Arenys de Munt, Jordi Bilbeny, que habría sido capaz de demostrar a los interlocutores israelíes que Moshé-ben- Maimón , "el Moisés más grande después de Moisés" era catalán. Seguro que esta referencia al autor de la "Guia de perplejos", habría dejado perplejos a los israelíes.




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