viernes, 15 de noviembre de 2013

De justitia

Yo no lo quito


Este pobre Asno de Rotterdam no se ha licenciado en Derecho, y por este motivo sus conocimientos de la ciencia jurídica son más bien escasos.Y hasta es probable que por motivo de esto que está escribiendo reciba una corrección más o menos desabrida, que de todo hay, por parte de quien no participa de sus ideas. Cada ciudadano es libre de pensar como quiera, y hasta de escribirlo.

Pero el no haber asistido a la Facultad de Derecho tampoco quiere decir que no haya leido algo. Y entre las cosas que ha tenido ocasión de aprender hace bastantes años, estaba una definición de "pena" que venía a decir (o al menos así lo entendía) que la pena de cárcel que se aplica a un delincuente es no sólo una sanción legal, sino un acto de defensa social contra el que ha transgredido el orden jurídico. Y con eso ya uno se daba por enterado. Pero ocurre que desde unos años a esta parte, la pena de cárcel se considera como una forma de reinserción social.

Aquello que decía Concepción Arenal de "odia el delito y compadece al delincuente" sonaba muy bien. Incluso se sabe de casos en los que el delincuente, una vez cumplida la pena, se incorporaba a la sociedad verdaderamente arrepentido de los delitos que había cometido. Era como el retorno del hijo pródigo de que nos habla el Evangelio. Pero también ocurre que el delincuente aprovecha los beneficios del actual sistema para repetir sus delitos tras haber sido puesto en la calle varias veces. Y esto se da con mucha frecuencia en los casos de robos, hurtos o en delitos sexuales cuando los ex-reclusos se vuelven a encontrar en la calle.

Así las cosas, nos tropezamos en en la prensa titulares como este de hoy



Sería muy interesante saber si entre estos 13 etarras y una grapo existe alguno que se haya arrepentido de los asesinatos en los que haya tomado parte. De los violadores y asesinos múltiples podríamos decir lo mismo. Y, puestas así las cosas, resulta muy curiosa la rapidez con que se ha decidido abandonar la llamada "doctrina Parot" que en su día fué aceptada por el Tribunal Supremo el 28 de febrero de 2006.


Uno de los beneficiadospor este cambio en la aplicación de la Ley es el conocido "violador del ascensor", Pedro Luis Gallego Fernandez a quien se aumentó la pena en 14 años y que debería salir a la calle en 2022 si se hubiera mantenido la aplicación de la ley Parot .Este individuo había cometido unas 10 violaciones y dos asesinatos de muchachas  en Valladolid y Burgos. En esta foto podemos ver como sale de la cárcel de Alcalá.



Ahora que tenermos en España tantas orgnizaciones feministas, esperamos que digan algo sobre estas excarcelaciones.


De la puesta en libertad de los etarras hay tanto que hablar, que en estos momentos no disponemos de tiempo suficiente para comentarlo. Pero estos tampoco parece que se hayan arrepentido de ninguna de sus fechorías. Incluso hay quien solicita indemnizaciones económicas a causa de haberle aplicado la doctrina Parot.


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